Cómo mantener la temperatura de tu frigorífico

Como ya te hemos contado en otras ocasiones, la temperatura ideal de tu frigorífico es de 4° o 5°C, mientras que el congelador debe encontrarse a -18°C. De este modo, te aseguras que los alimentos se encuentren en perfectas condiciones para su uso y consigues un ahorro de energía y luz.

Una vez que está clara la temperatura óptima, llega el momento de mantenerla y evitar cambios que afecten a la conservación de los alimentos o que provoquen un consumo excesivo de energía. Vamos a darte algunos consejos básicos:

– Nunca dejes la puerta abierta durante demasiado tiempo. En ocasiones, sobre todo al organizar la compra cuando llegamos a casa, dejamos abierta la puerta del frigorífico más tiempo del deseado, lo que provoca un aumento de la temperatura en su interior.

¡Truco! Es mejor que una vez que llegues, clasifiques los artículos sobre la encimera de la cocina y guardar todos los que vayan en el frigorífico a la vez, en vez de hacerlo de uno en uno según los vayas sacando.

– Evita meter comida caliente en el frigorífico. Si ha sobrado comida y la has guardado en un envase, espera a que se enfríe antes de ponerla en el frigorífico o congelador. Así evitarás que aumente la temperatura del interior. Si cometes este fallo, correrás el riesgo de que el cambio brusco de temperatura afecte al resto de productos.

– Cuando saques productos del congelador, es mejor que los coloques previamente en el frigorífico, en lugar de ponerlos a temperatura ambiente. Así aprovecharás el frío de los productos congelados, además de favorecer una correcta descongelación de los alimentos. 


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