Monta tu propio huerto en la cocina

Si siempre has querido poner un huerto urbano en tu cocina, es el momento de tomar la iniciativa y ponerte manos a la obra. ¿Quieres saber lo que debes tener en cuenta?

En primer lugar la ubicación. Para ello hay que tener en cuenta el tamaño de la cocina, su situación dentro de la casa y la luz natural que recibe a lo largo del día, que además puede variar a lo largo del año. 

La clave es encontrar un lugar protegido de corrientes de aire, separado de las típicas fuentes de calor que salen de la cocina.

No olvides que el factor del éxito del huerto urbano es la luz natural. Casi todas las plantas de interior, hierbas aromáticas y hortalizas necesitan crecer en estancias bien iluminadas, y la mayoría tolera bien recibir luz directa del sol.

Ten en cuenta que a lo largo del año la situación del sol puede variar respecto a nuestra vivienda, ya que quizá necesites trasladar el huerto a otro espacio para asegurarte de que las plantas crezcan sanas y bonitas.

En cuanto a los cuidados necesarios, las plantas aromáticas y las hortalizas son en general especies mediterráneas que se adaptan muy bien al ambiente de interior y no necesitan grandes cuidados o especiales. Recuerda que la falta de riego es mala, pero abusar del riego también las puede dañar. Regaremos nuestro huerto tan sólo dos o tres veces a la semana, mejor a primera hora de la mañana o ya por la tarde, y procurando que la tierra no se encharque, sólo hay que mantener una humedad ligera. La clave es ajustar el riego a la zona en la que vivimos y su clima. 

En cuanto a la recolección, es sencilla, tan sólo hay que alargar la mano para disponer de lo que precisemos. Ten cuidado de que que la planta esté madura y en el caso de las aromáticas podemos ir cortando las hojas que necesitemos para cocinar. 


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